sábado, 26 de noviembre de 2011

Como preparar tu gin&tonic


Existen muchas formas de preparar un gin&tonic. El sabor varía según la ginebra que emplees, la variedad de condimentos que le añadas o el tipo de tónica que le pongas. Pero hay una serie de pautas comunes en todos ellos. Si quieres conseguir el gin&tonic perfecto has de seguirlas.

Lo primero que necesitaremos será una copa ancha, preferiblemente de balón y también por supuesto cubitos de hielo, que sean piedras grandes y consistentes. El hielo de gasolinera o supermercado no sólo vale si no que es ideal. Evitad el hielo que hacemos en casa con cubiteras si el congelador está compartido con los alimentos, porque cogen el olor de estos, y, aunque la ginebra combina con infinidad de condimentos, de momento con el olor a gamba como que no.

. Llenar la copa de hielo hasta arriba. Mucho, mucho hielo.

. Remover el hielo ayudado por una cuchara para enfriar la copa.

. Eliminar el agua resultante del paso anterior.

4º. Cortar unas láminas lo más finas posible de piel de cítrico. El limón es el más empleado, pero se puede y se deben emplear más, como la lima, el pomelo, la mandarina (ésta la uso mucho con las ginebras más afrutadas y los tea-tonics), o la naranja. Esta última, si puedo, me gusta utilizarla cuando la piel aún está verde; le da un toque muy especial a la ginebra.

Bien, pues con ayuda de unas pinzas o con los dedos exprimimos la piel del cítrico sobre hielos y copa, dejando que esos aceites impregnen y perfumen el hielo y las paredes de la copa. Después frotamos suavemente o damos unos golpecitos al borde de la copa con esa piel para luego depositarla dentro de la copa.

5º. Verter la ginebra en la copa. No conviene cargarlo mucho; los expertos del Gin Club cuentan 1001, 1002, 1003. Esto varía según gustos y también según la graduación del destilado, pero siempre es preferible echar poco y poder repetir que tomarte una copa cargada hasta arriba. Así que con el 1001, 1002, 1003 no te vas a equivocar.

6º. Verter la tónica. Ay, verter la tónica! Ahí es nada. Hay muchas formas de hacerlo. Algunos barmans hacen un agujero en la chapa de la botella y te la echan a presión sobre el combinado. A mi modo de ver, de esta manera tiene mucha fuerza el primer trago pero cuando llegas al último se ha perdido toda la burbuja. Otros la vierten directamente sin más, pero a mi, que soy un clásico, como más me gusta es con la cuchara de cocktail.
Se deja caer suavemente la tónica por la cuchara para que no impacte de golpe, si no que se deslice con delicadeza por el metal con mucho cuidado hasta llegar al fondo del vaso, no es necesario hacerlo desde muy arriba, ya que queremos que se oxigene pero no perder la fuerza de la burbuja en el camino. Si no tenemos ese tipo de cuchara se puede hacer con cualquier otra. Yo la he servido muchas veces ayudado con el mismo cuchillo con el que corto la piel de los cítricos, inclinándolo a modo de tobogán y creo que hasta va  mejor que con la cuchara. No conviene removerlo mucho puesto que de esta forma perdería gas, si bien hay veces que me gusta dar un golpecito suave con la cuchara en el fondo de la copa nada más echar la tónica para activar las burbujas.

Todo esto que es prácticamente un ritual es lo que realmente hace atractivo el mundo del gin&tonic. Una persona que se vaya a tomar una copa, sólo con ver esa preparación, ese mimo con el que se impregnan los aromas, ese cariño con el que se vierte la tónica..., todo ese ritual, ya te predispone a que vas a disfrutar de esa copa. Ese es el verdadero secreto del gin&tonic; hacerlo con mucho, mucho cariño. Lo malo es que no en todos los sitios te los preparan así, eso sí, cobrar si te lo suelen cobrar como tal.

Visto lo que hay que hacer vamos a ver lo que NO hay que hacer.

No se debe exprimir el zumo del limón sobre nuestra copa. El ácido cítrico (que en el caso del limón tiene un ph de 2.3) neutraliza el carbónico de la tónica haciendo que pierda el gas. La prueba la podéis hacer en casa mezclando en un recipiente acido acético o lo que es lo mismo, vinagre con bicarbonato sódico y veréis como se genera de inmediato una reacción en la que se liberan unos gases que son precisamente dióxido de carbono, dejando tras de si una materia neutra que no es ni ácida ni alcalina.

No lo sirváis nunca en un vaso de tubo estrecho.

No lo cargueis hasta las trancas. Como muchísimo debe se una cuarta parte de gin por 3 cuartas de tónica.

Debería existir la pena de cadena perpetua para los camareros que te ponen un gin tonic en vaso estrecho, jajaja.

Esta es la base para preparar un buen gin&tonic. Luego existen muchas más formas y condimentos, sobre todo dependiendo del tipo de ginebra. Se le puede echar semillas, canela en rama, granada, romero, pepino, bayas de todo tipo. Mi amigo Esguevillas hace los cubitos de hielo con una frambuesa o un arándano dentro, así siempre tiene en casa porque no se le estropean, los frutos están fríos para que no calienten el coctel y estéticamente es muy bonito. Como veis, aún no está todo inventado en el mundo del gin&tonic.

Bueno espero que os haya servido de algo, pero lo más importante es echarle cariño y a ser posible.... disfrutarlo con una buena compañía .


 
Adra2.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Premium Natural Moment


   PREMIUMFEST by Fever-Tree




El pasado viernes tuve la suerte de asistir al evento que Fever-tree organizaba en en Hub-Madrid, llamé a mi amiga Olga siempre dispuesta a ayudar en el blog y más si el evento viene precedido por la palabra “premium”, y para allá que nos fuimos.


Aljoscha

Nada más llegar nos sentimos como en casa en este viejo garaje reconvertido, ya que todo el personal desde la misma entrada nos recibió con una cálida sonrisa que nos invitaba a entrar y a guarecernos de la lluvia que estaba cayendo sobre Madrid. Una vez dentro, y antes de darnos tiempo a adaptarnos al medio, María, una de las azafatas ya nos había colocado un par de tarjetas para que uno de los camareros nos preparara nuestro combinado favorito. Ya con una copa en la mano comenzamos a movernos por el entorno, a hacer fotografías y a darnos cuenta de porqué la Fever-Tree es algo más que una tónica, y de porqué en tan solo 7 años (5 años en España), ha alcanzado tan alta cuota de mercado y a ganarse un lugar privilegiado en todos los pubs y gin-clubs. Distribuidos a modo de taller se encontraban todos los ingredientes con los que se crean los mixers de la marca, el jengibre para el ginger ale, hierbas de la Provenza para sus tónicas mediterráneas, los limones de Sicilia para la variedad lemon tonic y su refresco de limón, (este último creado en colaboración con Ferràn Adrià) y hasta un par de troncos del “árbol de la fiebre”.



Bueno, pues después de un par de vueltas, un par de gin tonics más y de hablar con unos y otros tuvimos la suerte de dar con María Calabuig, Directora del depto. de comunicación de Fever-Tree. De ella fue de la que pudimos sacar más información; hablamos de la tónica y sobre todo nos habló con admiración de Charles Rolls fundador de la compañía junto con Tim Warryliow. De cómo Charles Rolls había aparecido esa misma mañana por ahí presentándose en un perfecto castellano que había aprendido en la Escuela Don Quijote en Barcelona, y contándonos la historia de este increíble hombre, que después de adquirir la mayor parte de una de las compañías más antiguas de ginebra de Inglaterra, la Plymouth Gin, siendo su Director General, consiguió no solo levantarla si no hacerla muchísimo más rentable, de hecho cuando la vendió a Absolut había aumentando sus ventas hasta 14 veces. Fue durante esa época cuando llegó a la conclusión de que no existía en el mercado una tónica que no enmascarara el sabor de las grandes marcas de ginebra que tanto trabajo y dedicación cuesta elaborar a los maestros destiladores.

Así que bueno, después de tomar otro par de mixers aconsejados por María Calabuig, nos fuimos para casa contentos por la experiencia y por todo lo aprendido ese día, encantados por la atención y con el sabor en la boca de las cosas bien hechas.